No escucho el eco del río.
Aunque, si puedo verlo en su cause peregrino.
No ve que de sed estoy muriendo,
plantada lejos de él,¡¡Qué amargura…
triste infierno!! Mi vida su brillo va perdiendo.
Sus remansos de aguas diáfanas
¡¡Paisaje de otros tiempos!!
No tienen para mí el mismo desatino.
Del canto pleno y alegre que le dedicará
a algún sino.
Sus brechas están desprovistas,
son como rocas altruistas.
Que se advierten en sus acequias sin buscarlas
y a simple vista.
Vacío está su afluente, no hay monedas en la fuente.
Mis raíces tienen sed de sus versos tan carentes.
Podrás decirme que el tiempo;
es corto e inminente.
Más aun sigo insistiendo.
¡¡Dale agua a mis simientes!!
Te necesitan mis polímeros…
Envíala... urgentemente.
Mis estambres se van secando,
mis hojas de amarillo van perdiendo su verde.
El tallo se me esta ajando.
Necesito de tu agua viviente.
Voy sucumbiendo ante la muerte.
La fotosíntesis de mi vida
Es creada con la glucosa de tu adhesión.
Eres mí luz...el esplendor que necesita esta flor.
Si por amor me has dejado en este suelo lejano
y de el no me has arrancado.
Inclina piadoso a mí tu caudal.
Báñame dulce río claro.
Con tus poemas de cielo
Y tus versos monárquicos.
Sino tú flor pasará...De azul cielo…
a morado. No puedo más esperar…
Te necesito urgente.
Imprégname con tus versos…
o déjame morir rápidamente.