jueves, 27 de marzo de 2008

Mami, ¿Por qué lloras?



No quiero verte triste.
Porque si tú lo estas
yo también lo estoy.
Sabes mami?
Si vieras que lindo es mi nuevo hogar
Mi cuarto es una nube blanca
con una ventana inmensa
que da a un firmamento azul, muy azul
adornado de refulgentes luceros.
El sol me visita de día con todo su esplendor.
Entrando a cada recoveco de mí cuarto.
La brisa suave juega con las cortinas de estrellas
Y la luna me mece entre sus brazos,
contándome un cuento
de bellos elefantes de trompas de ilusión
Sabes mami? En mi nueva casita
hay un patio grandísimo
y en el un columpio donde me hamaco
y juego entre ángeles blancos
de resplandecientes cabelleras
y la madre de Jesús cuida de mis pasos.
Vigilándome con su mirada maternal
que no entre a hacer travesuras
a la oficina de Dios.
Si me vieras que bien protegido estoy
en mi nuevo hogar; de seguro no estarías triste mami
Te pondrías feliz como yo lo estaba
cuando jugaba en tu pancita
y rebotaba en ella de alegría
al escuchar los latidos de tu dulce y gran corazón;
que cada amanecer me besaban con ternura
al saber que yo habitaba dentro de ti.
Mami, no llores, por mi,
Quién te dijo que me fui;
si vivo en tus pensamientos?

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